
Siempre estas en cada parte de mi ciudad, aunque para el mundo eres un fantasma. conocerte ha sido maravillosamente perturbador en mi vida.
Ibas caminando apresudaro por la calle José Granda cuando chocaste conmigo de manera impertinente. en ese momento pense en lo idiota que eras por no fijarte por donde ibas.
- fijate por donde caminas
- lo siento, no fue mi intención
- olvidalo. no creo que te sirva de mucho, pero deberías ver por donde vas.
Me miraste fijamente a los ojos y senti tu reproche inmediato por darte un consejo tonto como yo. No sé que pensaste de mí, nunca lo sabre y verdaderamente a veces desearía pensar que fuiste solo un sueño. Ese día como ningun otro me sentía idiotamente triste por un chico que nunca supo amarme ni darme su corazón de la misma forma que yo. cuando te chocaste conmigo te fijaste en las lágrimas reprimidas que mis ojos contenían, así que dejaste de lado tus problemas para preguntarme si me sentía bien.
- ¿te puedo ayudar en algo?
- No creo q puedas. nadie puede
que tonta fui al creer que nadie podía ayudarme, por ironías de la vida fuiste tú quien me ayudo a olvidar, por eso te escribo a manera de agradecimiento por lo importante que fuiste en mi vida, por las maravillosas aventuras que pasé a tu lado, por olvidar lo que no quería olvidar, por enseñarme que después de cada dolor viene una alegría mayor.
Jóse, como la calle donde lo conocí, era un chico aparentemente agradable, alegre y de buen porte, con ojos medio achinados y una enorme sonrisa que delataba su coquetería, y aunque mi primera impresión fue otra esta es la conclusión a la que llegué luego de permanecer a su lado 8 largos meses que en un principio fueron gloria completa. Al principio de la relación saliamos poco, no nos veíamos muy seguido y eso le molestaba mucho porque yo nunca tenía tiempo para él o al menos eso le hacía creer, estaba muy lastimada porque aún no olvidaba al chico que mencione al inicio, de alguna u otra forma no quería involucrarme en otra relación más de la cuenta. Fui egoista en muchas ocaciones y también olvide lo importante de una relación, olvide la fidelidad, la comunicación y el respeto que debe primar en estos casos. Las noches en las que José creía que yo estaba con mi madre paseando por ahí en realidad me escapa con mis amigas y recorriamos todas las discotecas en busca de diversión y locura. me emborrachaba hasta perder el control, me gustaba bailar como una drogadicta desenfrenada y hasta en varias ocaciones besaba a uno que otro pata pensando en la carita del chico que rompio mi corazón. Te engañe muchas veces y tal vez tú también lo hiciste, ahora después de muchos años he llegado a creer verdaderamente en lo inútil que es sufrir por otra persona cuando a mi lado te tenía a ti, aunque no sirva de nada lo siento si te ofendí y lamento que hayas pasado por tantas dificultades por mí, sin embargo la santidad que te caracterizaba cuando iniciamos nuestra relación se vino abajo cuando descubrí lo terrible que podías ser cada vez que te enojabas. Por eso te dejé. En una ocación recuerdo que llegaste a cachetearme por decirte que eras un cobarte, en fin son muchas las cosas que nos separaron y aunque tú me creíste más cobarde fue mejor así. Cuando terminamos me aleje de ti, cambie mi número de teléfono, cambie mi correo, cambie de ciudad para no volver a verte nunca más. Todo esto lo debes saber ya de memoria.
Que bueno es tenerte lejos...